miércoles, 23 de mayo de 2012

ALZHEIMER

La  enfermedad  de  Alzheimer  es  el  tipo  de  demencia más común. Se trata de una patología degenerativa, progresiva, de lenta evolución y sin cura, que afecta al cerebro humano en su totalidad; pero sobre todo van a verse afectadas las áreas asociativas corticales y parte del sistema límbico, zonas en  las que están albergadas las funciones cognitivas superiores que nos diferencian del resto de los seres vivos (razonamiento lógico, pensamiento abstracto, respuesta emocional, lenguaje, etc.). A diferencia de algunas patologías, como las enfermedades agudas, en las que existen altas posibilidades de recuperación en periodos de tiempo razonables, en la enfermedad de Alzheimer nos encontramos con un problema de salud progresivo, en el que el estado del enfermo, en el mejor de los casos, y utilizando tratamientos carísimos, solo va a mantenerse estable durante cortos periodos de tiempo.


Las demencias en general, y la enfermedad de Alzheimer en particular, van a generar tal gama de problemas de salud, tanto física como psicológica y social, que la atención global del paciente y de la familia va a necesitar ser abordada por diferentes profesionales (médicos de familia, neurólogos, psicólogos, trabajadores sociales, abogados, etc). Dentro de este equipo de atención, el profesional de enfermería tiene un peso importantísimo mediante programas de atención independiente e interdependiente y siempre en coordinación con el resto de profesionales. (trabajo interdisciplinar).
Los enfermos de Alzheimer van a poseer una amplia gama de problemas, que en la mayoría de los casos quedan sin tratar.

La Enfermería como profesión cuenta con estrategias terapéuticas que permiten controlar, modular o paliar muchos de esos problemas que hemos citado anteriormente. En realidad, en la atención del paciente con demencia tipo Alzheimer, se engloba de forma práctica la justificación de la existencia del arte y ciencia de la Enfermería con gran solidez (cuidar-curar). Y es que, el enfermo de Alzheimer va a poseer una serie de necesidades alteradas que precisan ser tratadas, y en general no existen fármacos específicos ni intervenciones quirúrgicas que las palien, sino que se tratan con cuidados de larga duración. Estos cuidados van a ir dirigidos por parte de la Enfermería para proporcionar bienestar al enfermo y a su familiar, cuidar para añadir calidad a la vida, cuidar para impedir el sufrimiento y el dolor y cuidar para vivir y morir dignamente.
Como objetivo general se plantea: mejorar la calidad de vida del enfermo de Alzheimer.

Las actividades desarrolladas por el Profesional de Enfermería a lo largo del proceso degenerativo de esta patología, las agruparemos de acuerdo a las características comunes que presentan los enfermos de Alzheimer en cada una de sus fases evolutivas:
  • Actividades de Enfermería para facilitar el diagnóstico precoz.
  • Actividades de Enfermería en la fase inicial de la enfermedad de Alzheimer.
  • Actividades de Enfermería en la fase moderada de la enfermedad de Alzheimer.
  • Actividades de Enfermería en la fase severa de la enfermedad de Alzheimer.
  • Actividades de Enfermería en la fase terminal de la enfermedad de Alzheimer.
Bibliografía
Llibre Rodríguez, J. Estrategias de investigación en la enfermedad del Alzheimer, 2002. Revisado en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0864-21252002000400016&script=sci_arttext
Roca Santiago, H.M. Lago Bouza, J.R. Millán Calenti, J.C. Gómez Ulla, F. Enfermedad del Alzheimer y degeneración macular asociada a la edad, 2006. Revisado en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0365-66912006000200006&script=sci_arttext&tlng=pt

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