La inmovilidad supone la pérdida
de autonomía para la deambulación, el aseo y la transferencia. (DEPENDIENTE).
Es decir la disminución de la capacidad para desempeñar actividades de la vida
diaria por deterioro de las funciones motoras.
La prevalencia e incidencia de inmovilidad aumentan con la edad y la
comorbilidad (demencias, etc). 10-20% de los ancianos que viven en casa tienen
problemas de la marcha y entre un 20% y un 60% de los ancianos hospitalizados
por una enfermedad aguda se hacen durante el ingreso incapaces de cruzar
caminando una habitación, hacer su transferencia o atender a su aseo personal.
El riesgo de una inmovilidad relativa es el encamamiento, mientras que
en la inmovilidad absoluta es un factor de riesgo de institucionalización, de
morbimortalidad y de la aparición del Síndrome del Cuidador.
Causas de inmovilismo:
- Enfermedades musculoesqueléticas: Procesos degenerativos de las articulaciones, hallux valgus, callos, osteoporosis y fracturas.
- Enfermedades Neurológicas: Trastornos cerebrovasculares, Parkinson, Y demencia senil evolucionada. Esto conlleva estilos de marchas patológicas.
- Enfermedades Cardiovasculares: Insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, alteraciones vasculares periféricas y enfermedad respiratoria crónica.
- Fármacos: Sedantes, hipnóticos, antipsicóticos, antihipertensivos.
- Factores psicológicos y ambientales: depresión, miedo a caer, barreras arquitectónicas...
Sexo femenino
Anciano sedentario
Anciano frágil
Inmovilidad relativa
Ser mayor de 85 años
Incapacidad funcional previa
Usar andador
Las consecuencias del inmovilismo son graves,
por ello sólo debe guardarse reposo en cama cuando sea imprescindible, es
decir, cuando el riesgo de la actividad
supera a los de la inactividad.
Esta
información la he contrastado con diversos estudios en los que muestran
que los datos obtenidos en este estudio muestran que la edad avanzada ≥ 80 años, el deterioro
cognitivo moderado severo, la dependencia para una o más ABVD y una condición
crónica BOC y/o asma son factores que presentan una incapacidad crónica de
larga duración (inmovilización), en la población anciana de 75 o más años, no
institucionalizada ni inmovilizada, a la que se le puede presuponer un elevado
grado de funcionalidad.
Bibliografía
Escudero
Sánchez, C. Delgado Antolín, J.C. Incidencia y factores predictores de
inmovilización crónica en ancianos mayores de 75 años que viven en la Comunidad,
2001. Disponible en: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/124/124v36n02a10022132pdf001.pdf
Morales
Obregón, L. Nuñez Rodriguez, L. Riesgos biológicos y psicológicos de
inmovilización en pacientes geriátricos. Sistema de información científica,
2004. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/2111/211117850007.pdf
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